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La inflación real ocurrida en Argentina durante los últimos doce meses está en el orden del 49%. El desafío y la pretensión del gobierno es que este año los índices estén por debajo del 3%, con tendencia a la baja. Pero, ¿qué decisiones están tomando? A grandes rasgos, la política del gobierno para controlar la inflación se traduce en la restricción monetaria a través de subas muy altas de la tasa de interés con la intención de absorber pesos de la economía. Esto es: el Banco Central ofrece a todos los banco un bono (ahora la famosa LELIQ) que paga el 60% de interés anual, son bonos que se renuevan cada siete días. Los bancos necesitan pesos para prestar al Banco Central, porque les resulta una tasa atractiva, entonces ofrecen a los ahorristas pagar por sus plazos fijos una tasa más alta. Lo que provoca una absorción de pesos de la economía que van al Banco Central. ¿Y cuál es el problema? El costo está en la actividad económica, los bancos tienen un cliente seguro que es el Banco Central, que le paga una tasa altísima y encima es quien emite los pesos. Entonces la pregunta sería ¿para qué los bancos se van a preocupar en evaluar a una pyme para darle un crédito, descontarle un cheque o refinanciarle el pago de la tarjeta al consumidor? Las pymes, las grandes empresas, las familias, los jubilados (es decir, el sector privado) que siempre necesitan financiamiento, ahora pagan tasas muy altas. Se produce una caída de la actividad económica. Lo esperable de la política antiinflacionaria del gobierno para este año es también: absorber los pesos, pagar tasas de interés muy elevadas para evitar que el dólar suba. Sin embargo, como la tasa es muy alta vienen “capitales golondrinas”, el problema va a estar cuando decidan irse del país. A principios del año pasado, esto tuvo como consecuencia que el precio del dólar pasó de $20 a $40, ahora estamos en otra etapa de este mismo proceso.
Hoy tenemos la inflación más alta de los últimos 27 años en un contexto de caída económica. La cuenta del año pasado es fácil redondeando muy poco: el dólar aumento 100% (de $20 a $40), los precios subieron promedio 50% y los salarios entre el 35% y el 40% (otros menos por supuesto). Si tomamos este 40%, el año pasado bajaron los salarios aproximadamente 10%. Las empresas mayoristas aumentaron sus precios en un 70%, les queda un treinta para continuar, pero los minoristas absorbieron de todas maneras una gran diferencia porque aumentaron el 50%. Esto indica que están sufriendo una contracción muy importante en sus márgenes, además de los tarifazos. Si a eso le sumamos que venden menos por la caída en el consumo, tenemos el cierre masivo de negocios que vemos en las calles. Es decir, estamos viviendo un proceso de contracción y destrucción de riqueza donde solo unos pocos pueden evadirse de esa situación, pero que sufre el grueso de la población.