Los latinoamericanos han tocado el cielo en numerosas veces en uno de los Gran
Slams más importantes del mundo: el Roland-Garros. El ecuatoriano Andrés Gómez
es uno de ellos: en 1990 pudo ganar a un joven Andre Agassi.
Meses antes de este torneo, Agassi comenzó a perder pelo imparablemente. ¿Su
solución? Jugar con una peluca. Competía al máximo nivel en un deporte
profesional con el pelo, falso, al viento.
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Los latinoamericanos han tocado el cielo en numerosas veces en uno de los Gran
Slams más importantes del mundo: el Roland-Garros. El ecuatoriano Andrés Gómez
es uno de ellos: en 1990 pudo ganar a un joven Andre Agassi.
Meses antes de este torneo, Agassi comenzó a perder pelo imparablemente. ¿Su
solución? Jugar con una peluca. Competía al máximo nivel en un deporte
profesional con el pelo, falso, al viento.
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