Corría el mes de octubre de 1992 y Mario Pergolini conducía “Podría ser peor”, en las tardes de la Rock & Pop. Esa semana se había suicidado el actor Carlos Parrilla y también había fallecido el relator de fútbol José María Muñoz. Alguien de la mesa dijo: “Qué bueno que hoy no murió nadie”. Pergolini miró a su compañero Conrado Geiger, que tenía puesta una remera de Phil Collins, y –rápido de reflejos- lanzó una gran mentira al aire: “Sí, murió Phil Collins… Acaba de suceder.