"Como acabo de mencionar, la producción latinoamericana de este género se nutre de la desdicha de nuestros pueblos. Pero no es una mirada de lamentación sobre nuestras desdichas, sino una mirada muchas veces aguda y cuestionadora, y eso también enaltece. Por ejemplo, en las novelas negras latinoamericanas es muy importante la corrupción, pero vista desde una posición anti imperialista: o sea que la corrupción comprende a nuestros corruptos, desde luego, pero también a quienes los corrompen a ellos, que son sus patrones de fuera." (Mempo Giardinelli)