La palabra infinito es infinita, la palabra misterio es misteriosa. Ambas son infinitas, misteriosas. Sílaba a sílaba intentas convocarlas sin que una luz anuncie su dominio, una sombra señale a qué distancia de ellas está la opacidad en que te mueves. Van a algún punto del resplandor y anidan, cuando las dejas libres en el aire, esperando que un ala inexplicable te lleve hasta su vuelo. ¿Es más que su sabor el gusto de la vida ?