September 05, 2019 12:21
00:00 / 25:02
20 plays
Agua, cianuro, aire, ácido sulfúrico, tierra, mercurio. Esta serie de sustantivos, aberrantemente ordenados, tienen una lógica de “hierro” en la minería actual. 500 años después de los “espejitos de colores” y de la exclamación colonial de “vale un Potosí”, las invasiones de explotación (por lo explosivas) de nuestro suelo, siguen arrasando al grito imperial de ¡Gold, Gold, Gold! Actualmente, decenas de empresas internacionales del sector acusan a la Argentina para instalar sus proyectos extractivos. En este escenario mientras se alientan y permiten la instalación de estas empresas, las comunidades afectadas resisten y reclaman la salida de sus territorios. Rodríguez Pardo nos propone distinguir como aporte sustantivo de su estudio, la diferencia existente entre “recursos naturales”, como concepto y objeto de propiedad privada, y “bienes comunes naturales”, que por tales, trascienden a los bienes particulares y están integrados a ecosistemas. Casos emblemáticos como los glaciares de Barrick Gold, “Bajo Alumbrera”, el oro de Esquel, la explotación minera en la provincia de San Juan, entre otros, son motivo de un análisis intensivo que incluye la movilización proteccionista de los respectivos pueblos. Javier Rodríguez Pardo nació en España, pero vivió en Argentina desde su primera juventud. Periodista de profesión, desarrolló las herramientas de investigación y difusión para dar cuenta del deterioro de los recursos naturales y las comunidades como consecuencias del desarrollo a toda costa. Una de sus primeras pasiones fue el cine. Se formó en filosofía y letras, fue fundador de cineclubes y entre otras creó la emblemática sala Lorraine en Buenos Aires. En la década del 80 se mudó a Chubut, cultivando el perfil bajo en plena dictadura militar. Aquí inició su militancia ecológica, dedicó su vida a fortalecer el frente antinuclear. Rodríguez Pardo fundó el legendario Movimiento Antinuclear de Chubut (MACH). Desde ese ámbito, lideró las históricas movilizaciones provinciales contra la instalación del repositorio en Gastre a fines de la década de los 80 y comienzos de los 90. Abrazó la causa de las asambleas y los territorios donde se resiste el avance de la megaminería. En Feria Franca el activista naturalista Arturo Avellaneda comentó sobre el autor: "Javier es un referente de la doctrina de la ecología social. Relata a la mega minería como un crimen social". Read more
Agua, cianuro, aire, ácido sulfúrico, tierra, mercurio. Esta serie de sustantivos, aberrantemente ordenados, tienen una lógica de “hierro” en la minería actual. 500 años después de los “espejitos de colores” y de la exclamación colonial de “vale un Potosí”, las invasiones de explotación (por lo explosivas) de nuestro suelo, siguen arrasando al grito imperial de ¡Gold, Gold, Gold! Actualmente, decenas de empresas internacionales del sector acusan a la Argentina para instalar sus proyectos extractivos. En este escenario mientras se alientan y permiten la instalación de estas empresas, las comunidades afectadas resisten y reclaman la salida de sus territorios. Rodríguez Pardo nos propone distinguir como aporte sustantivo de su estudio, la diferencia existente entre “recursos naturales”, como concepto y objeto de propiedad privada, y “bienes comunes naturales”, que por tales, trascienden a los bienes particulares y están integrados a ecosistemas. Casos emblemáticos como los glaciares de Barrick Gold, “Bajo Alumbrera”, el oro de Esquel, la explotación minera en la provincia de San Juan, entre otros, son motivo de un análisis intensivo que incluye la movilización proteccionista de los respectivos pueblos. Javier Rodríguez Pardo nació en España, pero vivió en Argentina desde su primera juventud. Periodista de profesión, desarrolló las herramientas de investigación y difusión para dar cuenta del deterioro de los recursos naturales y las comunidades como consecuencias del desarrollo a toda costa. Una de sus primeras pasiones fue el cine. Se formó en filosofía y letras, fue fundador de cineclubes y entre otras creó la emblemática sala Lorraine en Buenos Aires. En la década del 80 se mudó a Chubut, cultivando el perfil bajo en plena dictadura militar. Aquí inició su militancia ecológica, dedicó su vida a fortalecer el frente antinuclear. Rodríguez Pardo fundó el legendario Movimiento Antinuclear de Chubut (MACH). Desde ese ámbito, lideró las históricas movilizaciones provinciales contra la instalación del repositorio en Gastre a fines de la década de los 80 y comienzos de los 90. Abrazó la causa de las asambleas y los territorios donde se resiste el avance de la megaminería. En Feria Franca el activista naturalista Arturo Avellaneda comentó sobre el autor: "Javier es un referente de la doctrina de la ecología social. Relata a la mega minería como un crimen social".