"Pronunciar el mundo" Palabras para Carlos Fuentealba en Memoria de Elefante

Pronunciar el mundo El 4 de abril del 2007, el docente neuquino Carlos Fuentealba fue impactado por una granada de gas lacrimógeno durante un operativo represivo que buscaba, por todos los medios, acallar los reclamos de los educadores de dicha provincia. Carlos se desangró y murió al día siguiente. Tenía 40 años. Hoy y muy lejos de ser condenado, el principal responsable político del asesinato de Fuentealba, Jorge Omar Sobisch, no sólo recorre libremente las calles de Neuquén sino que, además, vuelve a tener aspiraciones políticas para este 2019 eleccionario. A doce años de aquel abril sangriento, las y los docentes de todo el país han vuelto a las calles para exigir las mismas consignas por las que alguna vez Carlos Fuentealba luchó: un salario justo, un mayor presupuesto educativo y condiciones dignas de trabajo. Alguna vez, ese incansable educador brasileño que fue Paulo Freire dijo: "La existencia, en tanto humana, no puede ser muda, silenciosa. Ni tampoco nutrirse de falsas palabras, sino de palabras verdaderas con las cuales los hombres transforman el mundo. Existir, humanamente, es pronunciar el mundo. Es decir, transformarlo". ¿Qué mejor manera de pensar la educación en un mundo en el que el orden pretende imponerse sobre la libertad, en el que la obsecuencia pretende triunfar sobre el pensamiento crítico, y en el que las desigualdades son festejadas y las rebeldías satanizadas? Por éstas y tantas otras razones, recordar a Fuentealba nos demuestra una vez más que un docente que está en las calles luchando, también está enseñando. Adriano Prandi para Memoria de Elefante Read more

Pronunciar el mundo El 4 de abril del 2007, el docente neuquino Carlos Fuentealba fue impactado por una granada de gas lacrimógeno durante un operativo represivo que buscaba, por todos los medios, acallar los reclamos de los educadores de dicha provincia. Carlos se desangró y murió al día siguiente. Tenía 40 años. Hoy y muy lejos de ser condenado, el principal responsable político del asesinato de Fuentealba, Jorge Omar Sobisch, no sólo recorre libremente las calles de Neuquén sino que, además, vuelve a tener aspiraciones políticas para este 2019 eleccionario. A doce años de aquel abril sangriento, las y los docentes de todo el país han vuelto a las calles para exigir las mismas consignas por las que alguna vez Carlos Fuentealba luchó: un salario justo, un mayor presupuesto educativo y condiciones dignas de trabajo. Alguna vez, ese incansable educador brasileño que fue Paulo Freire dijo: "La existencia, en tanto humana, no puede ser muda, silenciosa. Ni tampoco nutrirse de falsas palabras, sino de palabras verdaderas con las cuales los hombres transforman el mundo. Existir, humanamente, es pronunciar el mundo. Es decir, transformarlo". ¿Qué mejor manera de pensar la educación en un mundo en el que el orden pretende imponerse sobre la libertad, en el que la obsecuencia pretende triunfar sobre el pensamiento crítico, y en el que las desigualdades son festejadas y las rebeldías satanizadas? Por éstas y tantas otras razones, recordar a Fuentealba nos demuestra una vez más que un docente que está en las calles luchando, también está enseñando. Adriano Prandi para Memoria de Elefante Read less