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  1. FM LA BOCA

    CIUDAD IMAGINARIA

    05/26/2020

    11:48

    El pueblo argentino al igual que el resto del mundo anhela y sueña con una verdad que no va a llegar de parte de los paises imperialistas,a esos ya los conocemos muy bien y sabemos que solo les importan las ganancias que supuran del sudor ajeno.Europa,EE.uu. ya tienen su versión trucha de la vida y esa versión no tiene nada que ver con lo que somos nosotro ni con lo que queremos ser en la.vida.Pero...como son los argentinos y las argentinas? En primer lugar hay que señalar que tenemos un pasado antiimperialista y libre de egoismo,uno de los ejemplos mas trascendentes es el de San Martin,libero a la Argentina,Chile y Perú y lo hizo desinteresadamente para que los pueblos sean libres del yugo español. Ser argentino es pensar en los demás,por mas que nos quieran meter hace años esa idea egoista de solo pensar en el bienestar individual. El pan que se comparte es mas sabroso y alimenta mejor que el que se come a escondidas.Hasta el hambre se soporta mejor en manada.El trabajo es otra caracteristica del pueblo argentino,el trabajo nos identifica.Cuando le preguntas a alguien¿y usted...que es?no contesta:un ser humano,un tipo simpatico,una soñadora.No.Contesta con su oficio:soy remisero,peluquero,empleada,maestra.No trabajar lo humilla,le quita dignidad. Deseamos un cambio sin convertirnos en otra personas.Son otros los que deben cambiar.Nosotros somos los compañeros,no el enemigo.Ellos deben cambiar:el milico golpista,el cura forro,el pilitico traidor,el empresario negrero. Terminemos con el egoismo y la indiferencia de la clase alta.No con la solidaridad de los barrios. La Argentina es una patria hermosa para vivir pero no nos dejan y es el capitalismo el que lo impide.Porque esta armado para los ricos y nosotros...somos los pobres.Ellos especulan,son parasitos. Pero nosotros ya seamos un humilde cartonero o un importante cirujano,salimos a laburar todos los dias y luchamos por una patria en la que nadie se muera de hambre y todos tengan pleno empleo para vivir dignamente.

  2. FM LA BOCA

    05/14/2020

    12:27

    Para el Pueblo lo común es más sagrado que lo individual. El pan que se comparte, es más sabroso que el que se come a escondidas. Para muchos argentinos mejor es pensar o creer, que el dinero lo es todo... pero aunque tengan plata sienten angustia. Hoy que el azar de la vida se ha vuelto peligroso, de una chatura atroz, que a nadie conforma y a casi todos fastidia, ni los que están supuestamente bien logran sustraerse al malestar de la época. Porque, en lo profundo, la insatisfacción es espiritual. El absurdo, la angustia, la nada son un peligro. Ante el vacío existencial el Pueblo planta rebeldía. Porque de continuar en la apatía, el mundo no alcanzará para todos. El materialismo, es físicamente inviable. Nos estamos quedando sin planeta. Hay un límite al tiempo que tenemos asignado y si no lo usamos para liberarnos, lo usamos en complicidad de la extinción. Por eso los argentinos más temprano que tarde, tenemos la necesidad de hacer el bien, de vivir en concordia, de intentar algo trascendente. Ser nosotros mismos es el anhelo de nuestra alma. Quien despliega sus dones y los pone al servicio del bien común atraviesa la noche. Y frente a la desintegración de alma y vida que propone el imperialismo con la nada, aparece un proyecto de integración que es el proyecto de liberación nacional para conectar con la esencia. Se siente como el perfume de una flor antigua que nos transporta al futuro. Patria argentina y Pueblo trabajador son causas nobles y suficientes para consagrarse a ellas. Sagradas como una madre buena. Porque de sólo recordar los tenaces y desinteresados actos de amor de madre queremos que viva para siempre, “que nadie se atreva a tocarla” y el que intente joderla no sabrá a lo que se enfrenta porque es la ternura la que da la fuerza. Si acaso falta la vieja, si ya no está físicamente, entonces queremos encontrarla en el tiempo eterno, tomando unos mates y haciendo de la charla una verdadera clase de filosofía argentina bajo las hojas de la parra. Porque los argentinos hacemos filosofía entre pobres, con desfachatez, sin importar lo que digan los demás, sin imitar a nadie, aprendiendo más cosas que palabras, observando más la realidad que nuestros caprichos, conociéndonos con otros hermanos ahí donde la injusticia, las violencias y peligros, las enfermedades y la pobreza pisan más fuerte.Y así matando al ego y a la acumulación está creciendo el espíritu de liberación que es la esperanza de la Patria libre porque la defenderá con la vida hasta volverla eterna. Somos Social 21 La Tendencia.

  3. FM LA BOCA

    05/05/2020

    11:46

    Todos en algún momento, vamos a perecer, ya sea en algún accidente de tránsito, por alguna enfermedad o porque simplemente ya cumplimos un ciclo. Pero de algo estamos seguros y es que a todos nos toca. Sin embargo, mientras haya vida, hay esperanzas. Hebe de Bonafini, más allá de los 90 y todavía militando, da el ejemplo testimonial y práctico, de que “la única lucha que se pierde, es la se abandona”. Y por más que hayan asesinado a 30 mil de los nuestros, el espíritu de la liberación nacional sigue vigente en nuestros corazones. El argentino, es antiimperialista por naturaleza, está en nuestro ADN, presente contra las invasiones inglesas desde 1806, contra el imperio español desde 1810, contra ingleses y franceses desde 1845, contra ingleses, holandeses y norteamericanos desde 1922, contra todos los vencedores de la segunda guerra mundial desde 1946 Nosotros somos parte de esta eternidad compartida que predicaban los pueblos originarios a través de la cual compartimos esta eternidad con aquellos que nos precedieron y aquellos que nos sigan. Por eso, en nuestro paso por este mundo, debemos continuar con ese trabajo que compartimos con nuestros compatriotas que hoy ya no están y debemos avanzar hacia la creación del hombre y la mujer nueva. ¿Cómo? Con la ciencia que proveerá el método. Y en nuestro ADN, llevamos un método antiimperialista que debemos continuar. Y ese es el estado empresario, el que nos va a llevar hacia el pleno empleo como lo hizo en el año 1974. También necesitamos del arte, que es la que va a crear el espíritu de la época. El consumismo que alienta el sistema capitalista tiene de prisioneros nuestras almas. El arte, por más precario que sea, se da maña para llegar, mover al espíritu, y este va a ser el responsable de cortar las amarras y liberar nuestras almas. Y tanto la ciencia como el arte, deben ser conducidas desde la filosofía, que es la que dará el sentido. Hace falta incorporar las nociones de Pachamama y Pachakuti, naturaleza y equilibro, ecología y sustentabilidad. El capitalismo nos va dejar sin planeta. Su fracaso nos va a perjudicar a todos. Debemos vivir en armonía con cada ser humano, con cada árbol, con cada animal, con cada flor, somos todo un solo cuerpo.

  4. FM LA BOCA

    PERDIDOS EN LIMA OR

    04/29/2020

    12:33

    Cada mujer y cada hombre en esta tierra tiene una misión que cumplir. Sea que la conozca o no, sea que la acate o la ignore, cada ser humano llega al mundo con un propósito, con una marca, con una cruz. Y aunque no podría afirmarse que eso sea un destino, dado que es apenas una huella en un camino que no existe hasta que se transita, ciertamente es la sustancia con la que se amalgama todo aquello que vamos siendo mientras nos reconocemos a nosotros mismos. En ese andar buscando, que a veces es más bien para perderse que para encontrarse, algunos se confunden con las luces que imitan a la luz, depositando en ellas su adoración y olvidando, así, cómo brillaban todas las otras cosas. Algunos otros, deseosos de tapar el sol con las manos, van derrochando su tiempo intentando robar el tiempo de los demás. Pero también están quienes, conviviendo con las distracciones y con los peligros de una sociedad aturdida, se enfrentan al vacío existencial que habita en todos y contemplan la nada para empezar a llenarla de sentido. Un sentido de avance, de abrazar la existencia aun cuando quema la piel, aun cuando hay que ir protegiéndola y hasta disimulándola en metáforas para que nadie la pueda apagar. Esa condición transformadora, ese andar corajudo y terco, atraviesa al argentino como una flecha. Lo come por dentro si no se expresa y lo levanta de cualquier infierno si deja que lo guíe. Y aunque no es gratuita esa fuerza abrasadora, permanece en estado de latencia esperando nacer para ser y hacer. Los desafíos que enfrenta la argentinidad mientras el mundo tambalea tienen todos ese factor común: la esencia, la sustancia inmaterial de la que estamos hechos -el tiempo-, según el uso que se le dé, lleva a los individuos a acercarse más a la comunidad o a alejarse mortalmente de ella. Y entonces se define lo humano y lo mecánico; se emerge con apoyo mutuo o se salva quien pueda. En dónde se invierta el tiempo -lo que somos- será lo que determine si nos acercamos más a cumplir con nuestra misión, o si sólo seguimos cargando la cruz hasta que ella nos aplaste. No hay bien ni mal que existan por sí mismos, son las decisiones tomadas las que inclinan la balanza hacia uno u otro extremo de la misma humanidad. Y como nadie se realiza en una comunidad que no se realiza, como dijo Perón, tampoco nadie es la patria, pero todos lo somos, como dijo Borges. Lo que seamos mañana lo estamos haciendo hoy. Y el hoy es lo único que tenemos para hacer.

  5. FM LA BOCA

    QUE SEA ROCK

    04/21/2020

    13:49

    Hay una ciencia argentina que fue capaz de dar de sí un método, un modo de vida nacional y popular que brillo en los mejores momentos de nuestra historia. Hay también un arte argentino cuya calidad se paseó, luminoso e irradiando su libertad, con el mayor éxito y el más alto prestigio, por salones, escenarios, bibliotecas, exposiciones y galerías de arte de todo el mundo. Pero todavía no existe una filosofía argentina de igual estatura que esa ciencia y ese arte. Porque la demanda a esa filosofía es profunda, no superficial. En la tierra de la Patria argentina y su Pueblo trabajador, la mera repetición de lo extranjero no basta, se exige un sentido nuevo y propio de la vida y el mundo. Basta ya de tanto absurdo. Es hora de que la colonia deje de serlo para siempre. Que se libere de una manera más profunda y permanente que la territorial, política, económica, cultural, artística. Eso, ya sucedió en nuestra historia, pero de manera efímera, no definitiva. Porque, así como la Patria emerge una y otra vez, también la colonia se restablece. Después de cada tiempo, justo y feliz, que los patriotas argentinos prodigaron, siguió otro de moderación política y entrega, cuando no de terror y represión. Lo sagrado, no supo defenderse del enemigo. Porque ya no era sagrado, tal vez. Un sistema de reparto, se agota al mismo tiempo que sus viandas. Sin el trasfondo del interés supremo de la Patria argentina, el Pueblo trabajador ve, en la propiedad social de los medios de producción, solamente la oportunidad de mejorar sus condiciones de trabajo y su salario, y no su patrimonio común e industrial, no el desarrollo y la apropiación social del valor agregado por esa tarea. Análogamente, los materialismos, tanto capitalistas como socialistas, secan la política, restringiéndola al conflicto de intereses materiales de corto, mediano y largo plazo que se resuelven en parlamentos y soviets, cuando no en empresas multinacionales o partidos únicos. Falta en ambos dos la dimensión espiritual, que a lo sumo toleran sin comprender, como a una más de tantas otras taras y berretines del alma humana. Por eso la filosofía, con la necesaria explicación, hallazgo o creación de un sentido trascendente de la vida y el mundo, va mucho más allá del materialismo. Y se coloca más allá o más acá de las religiones también. Incluso mueve, levanta y manipula, elabora, trabaja, lo que la libertad del arte, ese rayo de luz, solo es capaz de señalar sin modificar. Porque Patria argentina y Pueblo trabajador son parte de ese universo mayor y trascendente, la vida y el mundo, que los pueblos originarios ya veían en La Pachamama, El Pachakuti, La Tierra Sin Mal, y la filosofía del país tiene el poder y el deber de integrar, en una visión común y fraterna, junto al Cristo de los católicos y demás religiones venidas de afuera. Social 21, La Tendencia.