Comentario editorial de Roberto Navarro

“La ciudad de Buenos Aires sigue flexibilizando las actividades. Los bares no estaban llenos. Hay que preguntarse si ese riesgo que se toma vale la pena la ganancia que se da. Cuando hablamos de riesgos tiene que ver con que la situación en la ciudad de Buenos Aires no está para recibir otro salto en la curva. Lo decimos porque en la ciudad de Buenos Aires ya hay gente muriendo porque no tiene acceso al tratamiento que necesita. Este dilema de la última cama que ayer en Río Negro se dio un caso en Cipolletti. Lo mismo está pasando en la ciudad de Buenos Aires aunque haya un blindaje mediático. Ayer al mediodía me enteré del caso de una mujer llamada Nora de 87 años que se había contagiado la semana pasada en el geriátrico donde estaba, que se había mantenido estable hasta el sábado a la noche cuando le bajó la saturación de oxígeno y la llevaron en alerta roja al hospital Vélez Sarsfield y ayer por la mañana el oxígeno que le brindaban por máscara… bueno, ya no alcanzaba para mantener alta la saturación y necesitaba ingresar a una cama de terapia intensiva con respirador y al hijo de Nora lo llamaron del hospital para decirle que la última cama se había ocupado la noche anterior y además le dieron a entender que como su madre tenía 87 años y había sufrido un accidente cerebro vascular si se liberaba una cama no se la iban a dar a ella, sino a otra persona en mejores condiciones". Read more

“La ciudad de Buenos Aires sigue flexibilizando las actividades. Los bares no estaban llenos. Hay que preguntarse si ese riesgo que se toma vale la pena la ganancia que se da. Cuando hablamos de riesgos tiene que ver con que la situación en la ciudad de Buenos Aires no está para recibir otro salto en la curva. Lo decimos porque en la ciudad de Buenos Aires ya hay gente muriendo porque no tiene acceso al tratamiento que necesita. Este dilema de la última cama que ayer en Río Negro se dio un caso en Cipolletti. Lo mismo está pasando en la ciudad de Buenos Aires aunque haya un blindaje mediático. Ayer al mediodía me enteré del caso de una mujer llamada Nora de 87 años que se había contagiado la semana pasada en el geriátrico donde estaba, que se había mantenido estable hasta el sábado a la noche cuando le bajó la saturación de oxígeno y la llevaron en alerta roja al hospital Vélez Sarsfield y ayer por la mañana el oxígeno que le brindaban por máscara… bueno, ya no alcanzaba para mantener alta la saturación y necesitaba ingresar a una cama de terapia intensiva con respirador y al hijo de Nora lo llamaron del hospital para decirle que la última cama se había ocupado la noche anterior y además le dieron a entender que como su madre tenía 87 años y había sufrido un accidente cerebro vascular si se liberaba una cama no se la iban a dar a ella, sino a otra persona en mejores condiciones". Read less